
Walding
Marzo 24, 2025
Liam Lawson, un Fraude; McLaren, una Máquina; Ferrari, las Penalizaciones. La Caótica Carrera de F1 en China
La carrera de la Fórmula 1 en China 2025 fue una pesadilla que no solo demostró la incompetencia de algunos pilotos, sino que también dejó claro que el espectáculo está por encima del deporte. Comencemos con Liam Lawson, quien, después de ser colocado en un asiento de renombre por su supuesta habilidad, demostró que tal vez sea mejor que se quede con su carrera en la simulación. El piloto de AlphaTauri ni siquiera pudo mantenerse cerca de los puntos, arrastrándose por la pista como una sombra de lo que debería ser un talento prometedor. Si esperaba impresionar, pues, falló estrepitosamente, y la única impresión que dejó fue la de un piloto totalmente incapaz de manejar la presión de un Gran Premio que claramente le queda grande.
Por si fuera poco, las penalizaciones no dejaron de llover. Charles Leclerc, uno de los pilotos más consistentes de Ferrari, tuvo que lidiar con una sanción por "incidente de pista". A nadie le sorprendió que la FIA decidiera meterle mano al monegasco después de un toque con Verstappen, pero lo que realmente irritó fue que las decisiones arbitrarias parecían estar más dirigidas por la política que por el sentido común. Hamilton, siempre el favorito de los comisarios, también vio su nombre en la lista de los penalizados tras un innecesario bloqueo en la curva 10. La sanción fue claramente innecesaria, pero a quién le importa cuando el espectáculo tiene que seguir. Y por si eso no fuera suficiente, Pierre Gasly, un hombre cuyo único talento parece ser la mediocridad, se vio castigado por una maniobra errática, una más en una temporada plagada de frustraciones. ¿Es Gasly un piloto de Fórmula 1 o simplemente alguien que está haciendo el trabajo para llenar un asiento?
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Mientras los pilotos se hundían en la vergüenza y la controversia, McLaren se elevaba en un dominio absoluto que dejó a todos preguntándose qué había pasado con la competencia. La escudería de Woking, que históricamente estuvo en la sombra de equipos como Mercedes y Ferrari, no solo se llevó la victoria, sino que dominó con una facilidad que no se veía desde los días dorados de Red Bull. ¿Y qué hizo McLaren para conseguirlo? Pues nada más que exprimir cada gota de talento de sus pilotos y aprovechar una estrategia impecable. Claro, eso no significa que no haya habido una pizca de suerte, pero los otros equipos no ayudaron en nada, destapando su incapacidad para enfrentarse a lo que claramente es un equipo superior en 2025.
Pero al final del día, esta carrera de China no fue sobre victorias o celebraciones, sino sobre una combinación de incompetencia, decisiones cuestionables y un dominio de McLaren que no deja lugar a dudas: si el resto de la parrilla no se pone las pilas, McLaren se va a reír en la cara de todos. La Fórmula 1 en 2025 está mucho más cerca de ser un circo que un deporte de élite, y este Gran Premio en China lo demostró.