
Carlos Mojardin
Febrero 20, 2025
Mbappé desata el caos en el Bernabéu y Guardiola considera cambiar las uñas post-partido
El Real Madrid volvió a hacer lo que mejor sabe hacer: humillar equipos en Champions. Esta vez, la víctima fue el Manchester City de Pep Guardiola, que sufrió un 3-1 doloroso cortesía de un Kylian Mbappé en modo "destrucción total".
El partido comenzó como una pesadilla para los ingleses. Al minuto 4, Mbappé ya había hecho su primer truco de magia con un globito exquisito sobre Ederson. En ese momento, Guardiola miró al suelo, resopló y seguramente recordó que aún le quedaban 86 minutos de sufrimiento.
El segundo gol fue un regalo de la defensa del City. Husanov, en un homenaje a los grandes errores históricos, decidió complicarse en la salida. Rodrygo, con el olfato de un ladrón de autopartes, recuperó y se la dejó a Mbappé, quien definió con la calma de alguien que sabe que su equipo es amo y señor de la Champions. 2-0 antes del descanso y Guardiola probablemente ya se había arañado la cara de la frustración.
En el minuto 61, Mbappé firmó su hat-trick con un disparo cruzado que selló el funeral futbolístico del City en Madrid. Mientras el francés celebraba con la grada, Guardiola en la banda mostraba señales de colapso emocional. Se dice que los camarógrafos evitaron hacerle un primer plano, por miedo a que ya se hubiera dejado otra marca en la cara.
El City descontó con un gol de Nico González en el 92', un tanto tan intrascendente que ni los jugadores ingleses lo celebraron. Y así terminó la historia: el Real Madrid avanzó a los Octavos de Final, mientras que Guardiola tendrá que analizar seriamente si cambiar de estrategia o simplemente empezar a usar guantes acolchonados para evitar más daños físicos en noches europeas.
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En Madrid, la afición celebraba. En Manchester, Pep buscaba el cortaúñas más cercano. Otra noche de Champions, otra herida para Guardiola.