
Carlos Guzmán
Febrero 9, 2025
Las Águilas conquistaron el Super Bowl LIX
Hubo revancha de Filadelfia evitando lo histórico de Kansas City
En una actuación memorable, las Águilas de Filadelfia se coronaron campeonas del Super Bowl 59 al derrotar a los Jefes de Kansas City con un marcador de 40-22. Este triunfo no solo les otorgó su segundo título en la historia de la franquicia, sino que también impidió que los Jefes lograran un inédito tricampeonato en la NFL. 
Desde el inicio del partido, las Águilas demostraron una superioridad indiscutible. Al medio tiempo, ya lideraban 24-0, y ampliaron su ventaja a 34-0 en el tercer cuarto antes de que los Jefes pudieran reaccionar. El mariscal de campo Jalen Hurts fue la figura destacada, completando 17 de 22 pases para 221 yardas y dos touchdowns, además de sumar 72 yardas por tierra y una anotación terrestre, lo que le valió el reconocimiento como el Jugador Más Valioso (MVP) del encuentro. 
La defensa de Filadelfia también jugó un papel crucial, limitando a la potente ofensiva de Kansas City y capturando al mariscal de campo Patrick Mahomes en seis ocasiones. Una de las jugadas más destacadas fue una intercepción retornada para touchdown por el novato Cooper DeJean, quien se ha consolidado como una pieza clave en la defensa. 
Este resultado es un testimonio del trabajo en equipo y la preparación meticulosa del entrenador en jefe Nick Sirianni, quien, tras enfrentar críticas en la pretemporada, ha llevado a las Águilas a la cima de la NFL. La incorporación de jugadores clave como Saquon Barkley y el desarrollo de talentos jóvenes han sido fundamentales en esta campaña exitosa. 
Más allá del resultado, el Super Bowl 59 será recordado por su contexto histórico. El partido se llevó a cabo en Nueva Orleans por primera vez en 12 años, bajo estrictas medidas de seguridad debido a un reciente ataque terrorista. La presencia del presidente Donald Trump, quien se convirtió en el primer mandatario en funciones en asistir al evento, añadió una capa adicional de relevancia política. El espectáculo de medio tiempo estuvo a cargo de Kendrick Lamar, quien ofreció una actuación memorable que incluyó una aparición sorpresa de la tenista Serena Williams. 
En resumen, las Águilas de Filadelfia no solo conquistaron el título, sino que también enviaron un mensaje claro: están preparados para establecer una nueva dinastía en la NFL, combinando talento, estrategia y determinación.